sábado, 14 de mayo de 2011

Aquel gran perro

Aquel un gran perro, baboso y de lengua oscura, me miraba en medio del pasillo de mi casa, cuando yo era tan solo un niño y el apenas un cachorro. Me lamió las manos, me lamió los pies, era peludo y simpático. Una vez le dije "escucha perro, voy muy lejos, intento perderme y volver a encontrarme después, puedes venir conmigo, pero has el favor de dejar de lamerme" El gran perro entendió y me siguió. El y yo hablábamos durante todo el camino, hablábamos de las estrellas, de la osa menor y de los huesos de vaca. Jugábamos como hermanos, a veces peleábamos, a veces ladrábamos, yo le enseñaba y el me cuidaba, yo lo quería y el desbordaba en mi la tan codiciada alegría. Me enseño el significado de la confianza y que la lealtad no tiene limites, pues con nobleza siempre me acompaño.. Hace mas de un año que voy solo en mi rumbo, su camino tomo una dirección mas eterna, y yo ahora en medio de mi perdición, tal vez cerca de encontrarme o muy lejos de tal cosa, me detengo y pienso; Sonríeme, salta, y corre donde quieras que estés, TOBY.

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