domingo, 24 de agosto de 2014

Enésimo borrador

Soy de esos inadaptados que se expresan escribiendo, de esos que pueden transformar un pensamiento en verso, dibujar con letras una espalda, y desangrar en puntos suspensivos un recuerdo.. Hay quienes dicen que tengo un talento, y otros prefieren llamarlo don, pero a mí lo único que me importa es que me haga sentir bien.. Ahora con la responsabilidad de una rutina profesional, siento que estoy perdiendo la facilidad de escribir, ya sea por la falta de tiempo, de interés, o por el mismo hecho que mueve a el resto del mundo, y que se reduce a conseguir el dinero suficiente, para comprar una felicidad que de por sí ya es un suicidio (y eso me da miedo). Echo de menos la manera en que me ponía delante del teclado y pintaba nubes y ensueños.. Ahora borro demasiado, y lo que escribo me sabe a todo menos a poesía.. Hubieron ocasiones en las que llegue a enamorarme de lo que escribía, pero a veces se me da por pensar que no soy yo el que teclea estas letras, que soy ajeno a cada línea, y que soy indigno de leer las cosas que escribí.. Soy dueño de un cuerpo simple, camino como pingüino, y se me hace raro tener una mente tan compleja.. Pero algo es claro, y es que no quiero dejar de escribir, y aun si una tormenta de pensamientos se avecina, quiero suspirar y dedicarle mi último aliento a la vida, esa que me enseñó que morir vale la pena si he cumplido mis sueños, la razón por la que sigo vivo.