jueves, 12 de enero de 2012

Reminiscencia de mi ayer, Reflejo de mí ahora

No soy el mismo, de niño era más fuerte. Antes mi único desasosiego era el no extraviar un partido de fútbol por las desnudas calles de mi barrio, el no llegar a casa después de que la noche arropase el cielo, y el no manchar mi ropa para que mi bella madre no me regañase.. Antes mi único desvelo era la eterna noche buena, en la que un anciano del que me contaron, vendría surcando el firmamento con regalos para los niños buenos y un vació irreemplazable para los pobres.. Antes mi único miedo era el sentirme estático.. En cambio ahora, por más que intento burlar a la inusual realidad, choco contra la vergüenza de aceptar mi fragilidad, pues sucumbo ante estas sensaciones inabarcables que me eclipsan en un sueño iluminado por tu sonrisa, por la infinita lucha entre mi deseo y mi ansiedad por el olor de tu piel, por querer controlar estas ganas ineludibles de confesarte lo mucho que te he pensado cada mañana, lo mucho que me he desvelado cada noche para cuidar desde aquí cada uno de tus sueños.. Porque a pesar de la distancia, nunca he estado lo suficientemente lejos  como para que  no escuchases el susurro de mis pensamientos..