martes, 12 de julio de 2016

Por la mañana

El despertó con ganas de besarla, de recorrerle cada pliegue, cada rincón, de acariciarle el cabello y juntar sus lunares, de abrigarla y habitar sus recuerdos.. El despertó con ganas inmensas de quedarse allí sobre la cama, al lado de ella, de mirarla, verla sonreír y cerrarle los ojos con las manos, de hacerle cosquillas con su lengua rustica y agitarle la respiración con cada caricia.. El despertó con ganas de quererla como nadie lo había hecho, de no llamarla por su nombre ni apellido, y de darle un beso sin decir adiós. Él despertó con ganas de llamarse Ruben, Juan, Alberto.. Pero solo era un gato. Un gato que cuidaba por las noches, los sueños de ella.